Los inicios de un Genio
Es bien sabido que nos encontramos ante un genio de la industria cinematográfica, concretamente del género de suspenso y thriller, donde forjo gran parte de su carrera durante algo más de medio siglo. Alfred Hitchcock nacido en Reino Unido en 1899, abandono los libros de ingeniería para meterse en la publicidad, gracias a aquello pudo dedicarse al diseño de lo que en aquella época del cine mudo era el intertítulo artístico, luego llegaría la dirección artística, la escritura de guiones y las tareas de producción. Hasta que un día le preguntaron que le parecería dirigir su primera película, tenía 23 años y su mujer Alma Reville sería su ayudante, y posteriormente le consultaría acerca de toda su filmografía. Aquello que comenzó de forma inocente acabo formando parte de la historia del desarrollo de la industria británica.

A lo largo de su carrera, Hitchcock configuro un estilo distintivo y muy reconocible. Apartándose de caminos trillados, rehuía los tradicionales ambientes insólitos o truculentos para situar sus intrigas en medios cotidianos y domésticos, entre personas normales que ven de pronto sus existencias sacudidas por lo extraordinario. Así mismo, muchos de sus filmes presentan giros argumentales en el desenlace y tramas perturbadoras que se mueven en torno a la violencia, los asesinatos y el crimen. Con frecuencia, los misterios que articulan las tramas no son más que señuelos (MacGuffin, como los llamó el propio director) que sirven para hacer avanzar la historia, pero no tienen mayor importancia en el argumento.
Obras y Técnica
Pero Hitchcock mejoraría su técnica jugando con los nervios y con el masoquismo de los espectadores. Sus narraciones progresan impecablemente manteniendo siempre oculto un elemento importante de la intriga, hasta poner su interés al rojo vivo. Dotado de un estilo brillante y efectista, demostrara su prodigiosa habilidad en “El hombre que sabía demasiado”, 1934.

La catástrofe de la segunda guerra mundial, abrió un brusco paréntesis en la normal evolución económica y cultural de los pueblos. La economía de paz se transformó precipitadamente en económica de guerra, en una vasta movilización industrial destinada a beneficiar las ametralladoras y los tanques. Por tanto, la guerra, el espionaje y la resistencia servirán de pretextos para diversas películas de intriga y aventuras, siendo el propio director, ya instalado en Hollywood desde 1940, quien le sacara provecho a la situación política para realizar sus films. Como puede verse cualquier excusa es adecuada para que Hitchcock componga sus angustiosos suspenses, disfrazados siempre con ropajes ambiciosos, con la apariencia de un conflicto psicológico, una crisis de conciencia o un problema moral.
En Resumen
Sin lugar alguna, le debemos mucho a este gran director. Cosas tan fundamentales como el plano que imita la mirada humana, el encuadre holandés para aumentar la tensión, los primerísimos planos para las escenas más impactantes y por su puesto el ya mencionado MacGuffing, es un elemento de suspense que hace que los personajes avancen en la trama, pero no tiene mayor relevancia en sí, es una expresión acuñada por Hitchcock que designa una excusa argumental que motiva a los personajes y al desarrollo de una historia, pero carece de relevancia por sí misma.
Ahora podríamos intentar definir el suspense, es decir existen múltiples formas de representarlo, pese a la creencia popular de la gente de que el suspense está asociado al miedo, lo cual es falso. No siempre tiene por qué ir asociado al concepto del miedo, también puede ocurrir que se asocie por ejemplo a la espera de una respuesta muy ansiada, en cuyo caso podría asociarse con alivio si la respuesta que se espera es positiva o alegría, euforia.
No es de extrañar que su pasión por el suspense, tan fundamental en su carrera artística, naciese de la literatura del género. Hitchcock se consideraba un ávido lector y jamás renuncio a leer a los grandes maestros de la novela negra. Por ello comenzó pronto a recopilar sus propios compendios de relatos cortos, de entre los cuales “Cuentos que mi madre nunca me contó” es el más memorable, el más brillante y el más misterioso.

«Indudablemente el más grande cineasta nacido en estas islas, Hitchcock hizo más que cualquier otro director para dar forma al cine moderno, que habría sido completamente diferente sin él»
The Daily Telegraph